No es para nada fácil de explicar las sensaciones que corren por quien tiene la enorme suerte de poder entrenar y jugar al lado de esas leyendas del deporte, esas a quien uno creció alentando y admirando desde el otro lado del alambrado, esas que escribieron anécdotas que llenaron los oídos de aquel gurí que recién comenzaba a dar sus primeros pasos en los diamantes.
Los que vestimos la casaca albinegra reconocemos en seguida a esos colosos, esos titanes que llenaron de gloria la casca y el sóftbol de Estudiantes, y obviamente de Argentina.
La vida y la suerte conspiraron para que quienes hoy integramos el plantel mayor del CAE, hayamos tenido esa enorme satisfacción de cierto día, cruzar el tejido de alambre y comenzar a tenerlos por compañeros de equipo, y a disfrutar desde esa intimidad del roster, de las hazañas de tales jugadores, de sus consejos, de sus enseñanzas, y hasta de sus retos.
Pero la vida deportiva tiene un ciclo,…y por suerte la del sóftbol suele ser bastante prolongada, pero así y todo cierto día concluye, cierto día son ellos los que cruzan el alambrado.
Así lo hicieron Gustavo Muñóz, luego Julio Gamarci, más tarde Christian Lacout, y recientemente Ricardo Biondi.
Todos gigantes, todos distintos, todos admirados.
Si la memoria nos permite irnos un poquitito más atrás, seguro aparecen varios nombres más, todos parte de una generación que encaminó este deporte, y puso a nuestro club en lo más alto.
Todos se fueron, todos son y serán recordados, tanto como esas anécdotas de las que fueron protagonistas. Todos pasaron a ser Leyendas, y las Leyendas son eternas.
Querido Kiki, hoy te vas, y vaya destino, fabricaste una puerta gigante, lo suficientemente grande para que salga semejante jugador, con semejante historia deportiva en sus espaldas, pero he aquí que debo decirte que la historia no se va, queda en el diamante, de este lado del cerco, queda en las enseñanzas, queda en los recuerdos y en la vigencia del equipo, queda para pasar de generación en generación.
Gracias por tanto, gracias por tu amistad.
Catriel Cargnel, jugador de la primera división del CAE
Virgo Life Partner
Hace 5 meses
1 comentario:
Muy lindas y ciertas tus palabras Catri, realmente sentido el escrito.
Desde un lugarcito de la tribuna quiero agregar que además de ser un gran jugador, Ricky siempre ha sido "un señor" dentro de la cancha, dejando el mejor ejemplo para todos los pequeños que se han fijado y siguen fijándose en él.
Como jugador ha ganado todo lo que tenía por ganar, pero como persona, sin dudas, ha aportado mucho más aún.
Dios quiso que Ricardo pueda jugar su última batalla en la mejor forma, trayendo con su último swing la alegría de todos aquellos que disfrutamos del softbol del CAE.
No podía ser de otra manera, el más grande se fue en su ley, brindándonos la magia de siempre.
Saludos a todos por la gran temporada que han tenido, realmente impresionante!!!
Melina Zamarripa.
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